miércoles, 13 de enero de 2016

Historia y Simbolismo de la Universidad de Chuquisaca (1624 – 2014)

Antonio Dubravcic Luksic* 

Bernardo Gantier Zelada**
* Ex Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chuquisaca.
Vicepresidente de la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre”
** Licenciado en Filosofía, Universidad Católica de Bolivia, Teología Universidad Pontificia de Comillas, Madrid. Socio de Número de la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre”
 
INTRODUCCIÓN

La Universidad de Charcas, La Plata o Chuquisaca, en el virreinato del Perú, tuvo  su Real Cédula fundacional muy posterior  a  de las universidades de Santo Domingo, Lima México y Córdoba. El emperador Carlos V le concedió la fundación mediante Real Cédula de 11 de julio de 1552, fue obra del fundador de la Universidad de Lima, Fray Tomás de San Martín, primer Obispo de la Diócesis. No se sabe con precisión las razones que influyeron para que se postergara la aplicación de esta Real Cédula fundacional. Algunos historiadores como Rodríguez Cruz (1), opinan que tal vez se debió a la muerte de su promotor (Fray Tomás), ocurrida el 29 de marzo de 1554; años después, cuando inició  sus actividades, tuvo una destacada actuación en el campo académico y político del Alto Perú.

Fue  en el siglo XVII, cuando Charcas logró su universidad, pero no precisamente por efecto de la Real Cédula, sino más bien por iniciativa de la Compañía de Jesús, cuyas gestiones fueron decisivas para lograr su creación. Con anterioridad se realizaron otras peticiones a la corona, tanto desde la sede arzobispal, como de la Real Audiencia. En 1621, los jesuitas fundaron un colegio, cuyo funcionamiento oficial en 1623  estuvo a cargo del rector del  colegio de La Plata, padre Luis de Santillán; fue este plantel jesuítico el que posteriormente dio origen a la erección universitaria.
Poco después, el 27 de marzo de 1624, el provincial Juan Frías de Herrán,
fundó oficial y solemnemente, estableciendo la primera estructura curricular, sus primeras constituciones y reglamentos que corresponden a la etapa jesuítica, así como que se le diera autoridad y reconocimiento a la Compañía para dirigir la institución y otorgar los grados  académicos respectivos.

 
Ese tipo de organización influyo directamente en la educación, porque si bien, la enseñanza impartida en la mayor parte de las universidades hispanoamericanas en los siglos XVI, XVII y XVIII, se reducía al conocimiento de la lengua latina, los estudiantes de nuestra Universidad, llegaron a familiarizarse con la lectura y estudio de los mejores poetas clásicos, con la comprensión y análisis filosófico, que comprendía el estudio de las súmulas (lógica), física, metafísica, teología, escolástica, cánones y escrituras.

La expulsión de los jesuitas  en 1776 fue un duro golpe  para la instrucción pública en Chuquisaca. Sin embargo, se inició una nueva etapa en la historia de la Universidad de Charcas, llamada juristica(2).

El nuevo modelo fue organizado sobre las bases del derecho de Regio Patronato y la dirección de la Junta de Temporalidades. No obstante, la Universidad no perdió su misión de forjar a la nueva juventud, ni tampoco permitió que se perdiera el objetivo de preparar a los jóvenes para que fueran partícipes activos en el proceso de la emancipación americana.

No por casualidad, el primer movimiento político de emancipación  y libertad, que culminó con la Independencia  de la República de Bolivia, fue dado en Chuquisaca el 25 de Mayo de 1809 por gente formada en esta Universidad
La Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca en el Alto Perú, hoy Bolivia, fue importante por diversos aspectos en su trayectoria histórica. Es destacable el esfuerzo desempeñado por la Compañía de Jesús, impulsora y fundadora de la institución, hasta su expulsión de los Reinos de España en 1767. Esta Universidad se convirtió en una de las más reconocidas del Nuevo Mundo, es imposible negar su gran relevancia e importancia en la historia sudamericana.
En lo que respecta a su destacada labor en el proceso de emancipación, el
claustro de la Universidad tuvo una actuación relevante en los acontecimientos  de la Revolución de Chuquisaca, el 25 de mayo de 1809. Esta demostración indica el carácter de su indiscutible desempeño, en la independencia de las colonias americanas del imperio español, a través de la educación de un importante número de líderes, quienes más tarde formaron los primeros gobiernos independientes del Cono Sur.

El historiador Clément Thibaud,(3) señala que “la Academia Carolina de Charcas fue una escuela de dirigentes para la independencia”, ya que en su tiempo era la única institución de estudios jurídicos de importancia en todo el Río de la Plata y el Virreinato del Alto Perú, hecho que sin duda aportó a esa juventud gran parte de los recursos, con los cuales forjaron los valores intelectuales de la independencia.
Se recuerda que los pueblos del viejo continente exhibieron universidades seculares, cuyos orígenes son muy antiguos, como sucedió con la Universidad de El Cairo (Egipto), fundada en 988; la de Bolonia (Italia) establecida en 1089; Montpellier (Francia) en 1220; Oxford (Inglaterra) en 1096; la de París (Francia) en 1150; y la de Salamanca (España), fundada en 1218. (4)
Por razones obvias, la fundación de universidades en Hispanoamérica ocurrió más tardíamente.

Luego de haber transcurrido algo más de cuatro décadas del asentamiento  de los españoles en tierras de América, empezaron a fundarse escuelas, colegios de estudio y universidades. En el caso de estas últimas instituciones, la primera universidad fundada en América fue en la isla de Santo Domingo, denominada Universidad de  Gorjón, obra de los religiosos dominicos en el año de 1538, por Bula papal de S.S. Paulo III. (5)

El 12 de marzo de 1551, la Cédula Real, aprobada por Felipe II, recién llegó a Lima en 1553, procediéndose a la fundación en memoria de Don Carlos, en el año de 1574. Se le dio el nombre de San Marcos.
La Universidad de San Francisco de Quito fue confirmada por el Papa Sixto V por Bula del 20 de agosto de 1586. La Universidad de Santa Fe de Bogotá, se fundó en 1610, con el nombre de San Bartolomé.
El Obispo de Córdoba Fr. Fernando Trejo y Sanabria, fundó  la Universidad de Córdoba en 1613, pero fue en 1622 cuando dispusieron del Sello de la Autoridad.  Los papas Gregorio XV y Urbano VIII, así como los reyes Felipe III y Felipe IV, aprobaron el contenido de sus estudios. (5)

En 1624, se fundó en La Plata la Universidad de San Francisco Xavier por el padre Provincial Juan de Frías y Herrán. En el mes de  febrero de 1621, existía el Colegio de San Juan Bautista, por la provisión del Virrey Príncipe de Esquilache.
Sin olvidar las conquistas del siglo XVIII, como la revolución francesa, la imposibilidad de sostener la interdicción de ideas entre las colonias españolas y el resto del mundo, puede catalogarse a la ciudad de La Plata como, “el pueblo más civil”, según expresión de varios historiadores, y fue allí donde se fraguó “el pensamiento de libertar a las colonias hispano-americanas”.

Por esos motivos insistimos, la Universidad de Charcas fue la que condujo a los hijos del Alto Perú por el camino de la libertad. Se puede afirmar que el estallido del 25 de mayo de 1809, constituye el producto de la incubación universitaria en primer término, asociada a otras causas secundarias, fenómeno que no pudo realizarse en Lima por la acción letal del Virrey; algo parecido ocurrió en Buenos Aires en 1810, como consecuencia de las dos invasiones inglesas, la gente adquirió conciencia de su poder material, al mismo tiempo que se le ofrecía el recurso intelectual suficientemente desarrollado, constituyendo el único motor de las grandes transformaciones.
 
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1 Ver al respecto a RODRÍGUEZ Cruz A: Historia de las universidades hispanoamericanas. Instituto Caro y Cuervo, Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, Bogotá, 1973,1.1, p. 353.
2 WUST, A: La Universidad de San Francisco Xavier, cuna espiritual de la independencia americana, Revista Latinoamericana, México, 1958.
3 ZAVALA Córdova, Gonzalo: Clément Thibaud, La Academia Carolina y la independencia de América. Los abogados de Chuquisaca (1776-1809), Sucre, Editorial Charcas, Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, 2010, 161 p.
4 ABECIA Valentín y Mallo Nicanor: Historia de Chuquisaca, Editorial Charcas, Sucre, Bolivia, 1938, p. 171.
5 ABECIA Valentín y Mallo Nicanor: Ibídem

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